Gastronomía
La gastronomía en el municipio de Cistierna se caracteriza por la contundencia de sus platos tradicionales para poder aguantar las bajas temperaturas invernales.
Se compone mayoritariamente de potajes (cocido montañés, chanfaina, sopas de ajo, etc.), carnes provenientes tanto de nuestra ganadería como de nuestros bosques y ríos (caldereta de cordero, lechazo al horno, arroz con codornices, trucha asada, etc.) y de una amplia gama de repostería (frixuelos, leche frita, sequillos, torrijas, lazos de San Guillermo, virutas, etc.) y licores elaborados de forma artesanal con productos de la zona como guindas, arándanos, endrinos, moras…. Sin olvidarnos de las setas, que cada año son más consumidas dado su grado de divulgación a través de jornadas micológicas y la gran variedad que podemos encontrar en la zona.
Algunos de nuestros platos más reseñables:
- Cocido Montañés: sopa, garbanzos, berza, cecina, chorizo, carne de vaca, tocino, oreja de cerdo, rellenos (miga de pan, ajo, perejil y huevo) y morcilla. Es uno de los platos más característicos de la zona debido a su contundencia y a las temperaturas de la zona.
- Embutidos: Dada la importancia de “la matanza”, arraigada en nuestra zona, la carne de cerdo es el producto estrella de nuestros embutidos, llegándose a aprovechar la totalidad del animal: chorizo, oreja, morro, rabo, morcilla (sangre del cerdo), lomo… se caracterizan por estar curados con humo y en algunas familias por la utilización de orégano en la elaboración de los mismos. Nuestra morcilla se diferencia por utilizar mucha cebolla y estar levemente curada.
- Productos lácteos: cabe resaltar la importancia del queso en esta comarca. Ya sea de elaboración casera o de compra, nunca falta algún queso en la sobremesa, antes de terminar con el postre, pudiendo elegir desde un queso azul hasta el de pata de mulo.
- Olla ferroviaria: nació poco después de la línea de ferrocarril León-Bilbao, cuando los maquinistas, fogoneros y guradafrenos idearon una forma de comer caliente en los largos recorridos que debían hacer en tren. Cuando la olla se inventó se aprovechaba el vapor de la locomotora, después se empezó a usar el carbón vegetal (aun hoy en día se utiliza). En ella se cocinaban todo tipo de guisos, aprovechando las materias primas al alcance de los bolsillos de los trabajadores: lo más cocinado eran patatas, legumbres y algunos tipos de carne. Hoy en día en Cistierna se celebra la Festividad de los Ferroviarios el fin de semana más cercano al 30 de mayo, ese día se hace un concurso de ollas donde participa gente de diversas provincias.